Kata


La traducción de la palabra kata es "forma" y se adapta perfectamente a su significado, puesto que ésta es su intención. El kata es un combate imaginario del practicante con una serie de agresores, es la esencia del karate y la base de todo progreso en este arte marcial. Los movimientos del kata reproducen una "forma" de ataque o defensa, su conjunto representa la "forma" de desenvolverse frente a un combate imaginario y su finalidad es la "formación" técnica del alumno.

 

Entrenamiento previo.- Constituye el sistema más básico de afrontar el trabajo por parejas. Las situaciones, claramente establecidas, se desarrollan dentro de un marcado sentido repetitivo, similar al que se efectúa en los entrenamientos técnicos, e incluso en los momentos iniciales es la voz de mando del profesor la que determina el comienzo y el ritmo de las acciones.


Agrupados en katas básicos y superiores, representan los diferentes escalones por los que debe avanzarse. Los katas básicos tienen una clara finalidad pedagógica, buscando la corrección técnica y el fortalecimiento físico del cuerpo.

 

Los katas superiores, conllevando una madurez técnica añaden a ésta un sinnúmero de desplazamientos y combinaciones que propician la agilidad, reflejos y equilibrio.


Todos ellos se desarrollan siguiendo unos moldes rígidos de realización, dentro de un orden preestablecido, en el que tanto la exactitud de la técnica como la línea de desplazamiento (embusen) debe ser fija y constante, de forma que el primer y último movimiento coincidan sobre el mismo punto, además, todos los katas comienzan y terminan con el saludo. 


Su práctica proporciona elasticidad, armonía y ritmo, a la vez que velocidad y potencia. Pero no debe señalarse solamente su utilidad física, puesto que en ellos es vital tomar una actitud mental correcta, con total identificación con el kata que se desarrolla, viviendo sus movimientos e interpretando sus diversas fases. Es esencial lograr en la mayor medida posible imaginarse en la situación real de conflicto, como decía O-sensei o más valdría que aprendiésemos baile. La coordinación mental en los kiai, como culminación de una técnica definitiva, es aún más importante que la realización física de la misma.


No abandonar nunca su entrenamiento es la única manera de integrar lo esencial del Karate-dô en nuestro espíritu y tener así la posibilidad de obtener resultados en la búsqueda del camino hacia ser mejores seres humanos y expresar nuestra más bella energía, como lo expresa Ohshima Sensei.


Para finalizar, me gustaría recalcar que el kihon , el kumite y el kata se apoyan y complementan entre sí. Aunque haya momentos en que uno predomine sobre los otros dos, espero que el lector siempre entrene teniendo en cuenta que son San I Ittai, tres aspectos de la misma cosa.

 


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